¡Buenas! Hoy quería usar el post para hacer una breve reflexión: ¿alguna vez habéis customizado varias veces la misma muñeca? Y si es así, ¿Qué os llevó a hacerlo?
Yo soy de las que piensa que en esto de la personalización de muñecas uno no nace sino que se hace. A base de practicar y practicar es como puede alcanzarse cierta mañana y, con perseverancia, un estilo propio que se pueda reconocer de un simple vistazo.
Hace años me ponía a customizar una muñeca (sobre todo blythe) pensando que lo que saliera de aquellas sesiones de bosquejo, esculpido y lijado sería un trabajo completo, es decir, terminado. Hoy sé que muchas veces un trabajo de esta naturaleza, que conlleva tanto esfuerzo, puede tener un recorrido que se extienda en el tiempo o incluso no acabar nunca sino permanecer en una evolución constante.
Digamos que soy del tipo de esas últimas personas. Siempre tengo algo en mente y a veces termino lanzándome a repetir un custom o a darle una vuelta de tuerca a un diseño. Ése sería el caso de Nina Lemon, la factory blythe que podéis ver sobre estas líneas y sobre la que he trabajado por segunda vez en las últimas dos semanas.
Nina fue mi proyecto de verano de hace unos tres años.
Mi intención era hacer una muñeca usando como temática los colores amarillo limón y verde lima, lo que le da su nombre. Quería una muñeca de tonos chillones y divertida, acorde con lo que me atrae del verano (fruta, refrescos y polos, sol...). Así que su larga melena amarilla era perfecta y "sólo" necesitaba darle forma a su cara y su expresión.
De aquel trabajo veraniego salió un custom sencillo, con unos rasgos más bien neutrales esculpidos en el face plate. No terminaba de convencerme el resultado pero disfruté mucho esta muñeca llevándomela de excursión por las costas de mi tierra.
Tiempo después veía a Nina en la vitrina y la encontraba rara, como si estuviera a la espera de otro cambio. De modo que opté por probarle diferentes scalps (la pieza en la que va el pelo) para comprobar si así la veía mejor. Pero no funcionó.
Finalmente, como he dicho, hace dos semanas, una mañana cualquiera me levanté y sin pensarlo más desmonté la muñeca para retomar su idea original: una muñeca divertida y con tonos llamativos. Y esta vez me lo tomaría con más calma y aplicaría en sus rasgos lo que quería para ella. Comprendí que la primera vez que la había customizado había pecado de insegura, de tener miedo a realizar algo demasiado estrambótico... ¡Esa actitud es un error! Nuestros customs son, eso: NUESTROS. Y son creaciones artísticas para que las disfrutemos primero nosotros (haciéndolas) y luego todos los demás. Siempre habrá alguien a quien no le guste nuestro trabajo. Pero eso no debe frenar nuestras ideas.
Nina Lemon luce ahora en su pequeño rostro la expresión que la define y que debería haber llevado desde hace tiempo. Ha ganado en personalidad y eso podemos verlo en ese gesto travieso que hace con su boca, que no es físicamente perfecto pero que transmite mucho más que su antigua boca recta.
Sé que sus hoyuelos, sus cejas amarillo chillón, sus pecas y que tenga un par de ojos con una pupila amarilla y la otra verde no es del gusto de la mayoría de aficionados. Pero he conseguido que eso me de igual. Nina es así.
Con todo esto lo que vengo a decir es que no le deis demasiadas vueltas a vuestros customs y si no os convencen, no tengáis miedo de volverlos a empezar desde cero. Seguro que aprendéis algo y os sentiréis más realizados.
No le tengáis miedo a las opiniones de los demás porque son sólo ideas diferentes; no son ni mejores ni peores.
En definitiva, recordemos que esto es ante todo un hobby y que como tal sirve para disfrutarlo.
¡Manos a la obra!