lunes, 14 de mayo de 2018

Recustomizar es de sabios

¡Buenas! Hoy quería usar el post para hacer una breve reflexión: ¿alguna vez habéis customizado varias veces la misma muñeca? Y si es así, ¿Qué os llevó a hacerlo?
 
Yo soy de las que piensa que en esto de la personalización de muñecas uno no nace sino que se hace. A base de practicar y practicar es como puede alcanzarse cierta mañana y, con perseverancia, un estilo propio que se pueda reconocer de un simple vistazo.
 
Hace años me ponía a customizar una muñeca (sobre todo blythe) pensando que lo que saliera de aquellas sesiones de bosquejo, esculpido y lijado sería un trabajo completo, es decir, terminado. Hoy sé que muchas veces un trabajo de esta naturaleza, que conlleva tanto esfuerzo, puede tener un recorrido que se extienda en el tiempo o incluso no acabar nunca sino permanecer en una evolución constante.
 
 
Digamos que soy del tipo de esas últimas personas. Siempre tengo algo en mente y a veces termino lanzándome a repetir un custom o a darle una vuelta de tuerca a un diseño. Ése sería el caso de Nina Lemon, la factory blythe que podéis ver sobre estas líneas y sobre la que he trabajado por segunda vez en las últimas dos semanas.
 
Nina fue mi proyecto de verano de hace unos tres años.
Mi intención era hacer una muñeca usando como temática los colores amarillo limón y verde lima, lo que le da su nombre. Quería una muñeca de tonos chillones y divertida, acorde con lo que me atrae del verano (fruta, refrescos y polos, sol...). Así que su larga melena amarilla era perfecta y "sólo" necesitaba darle forma a su cara y su expresión.
De aquel trabajo veraniego salió un custom sencillo, con unos rasgos más bien neutrales esculpidos en el face plate. No terminaba de convencerme el resultado pero disfruté mucho esta muñeca llevándomela de excursión por las costas de mi tierra.
 
Tiempo después veía a Nina en la vitrina y la encontraba rara, como si estuviera a la espera de otro cambio. De modo que opté por probarle diferentes scalps (la pieza en la que va el pelo) para comprobar si así la veía mejor. Pero no funcionó.
 
 
Finalmente, como he dicho, hace dos semanas, una mañana cualquiera me levanté y sin pensarlo más desmonté la muñeca para retomar su idea original: una muñeca divertida y con tonos llamativos. Y esta vez me lo tomaría con más calma y aplicaría en sus rasgos lo que quería para ella. Comprendí que la primera vez que la había customizado había pecado de insegura, de tener miedo a realizar algo demasiado estrambótico... ¡Esa actitud es un error! Nuestros customs son, eso: NUESTROS. Y son creaciones artísticas para que las disfrutemos primero nosotros (haciéndolas) y luego todos los demás. Siempre habrá alguien a quien no le guste nuestro trabajo. Pero eso no debe frenar nuestras ideas.
 
Nina Lemon luce ahora en su pequeño rostro la expresión que la define y que debería haber llevado desde hace tiempo. Ha ganado en personalidad y eso podemos verlo en ese gesto travieso que hace con su boca, que no es físicamente perfecto pero que transmite mucho más que su antigua boca recta.
Sé que sus hoyuelos, sus cejas amarillo chillón, sus pecas y que tenga un par de ojos con una pupila amarilla y la otra verde no es del gusto de la mayoría de aficionados. Pero he conseguido que eso me de igual. Nina es así.
 
Con todo esto lo que vengo a decir es que no le deis demasiadas vueltas a vuestros customs y si no os convencen, no tengáis miedo de volverlos a empezar desde cero. Seguro que aprendéis algo y os sentiréis más realizados.
No le tengáis miedo a las opiniones de los demás porque son sólo ideas diferentes; no son ni mejores ni peores.
En definitiva, recordemos que esto es ante todo un hobby y que como tal sirve para disfrutarlo.
 
¡Manos a la obra!
 
 



martes, 8 de mayo de 2018

Evento Blythe Santander "Santa doll"

 
La "nave que late" acogió el primer evento blythe organizado de Santander el pasado sábado 5 de mayo.




 El pasado fin de semana pude acudir por primera vez a un evento de este tipo. Estoy muy satisfecha con la experiencia y me encantaría volver el año que viene, si vuelven a organizarlo. ¿Alguno estuvisteis allí también?
Todas las actividades del evento, que se celebró desde la mañana y hasta por la tarde, se recogían en un mismo local, una nave, que estaba deliciosamente decorada.
 
Nada más entrar, en la recepción, un chico de la organización checaba los pases y nos iba entregando los "packs de bienvenida", que incluían un montón de detalles (miniaturas, boleto para la rifa, un bolígrafo, una chapa y más) metidos dentro de una bolsa estilo tote con la ilustración escogida para publicitar este año el evento.
 

Una vez dentro era imposible no quedarse embobado con cómo lo habían adornado para la ocasión. Para mi gusto era excelente, con todas esas luces pequeñitas por todas partes, la barra de repostería y tienda de té (¡qué tentaciones tan dulces!), el divertido fotomatón, la pequeña cafetería, la exposición de fotos del concurso... ¡Ideal como en un sueño! Mi más sincera enhorabuena para la organización. Todo tenía ese aire tan de moda que lo qué hace es mezclar un escenario industrial con decoración sencilla y romántica.
 

Pensaba hacer un vídeo de cómo viví el evento en sí, pero cuando entré estaba tan asombrada que me olvidé casi por completo de sacar el móvil para grabar... Pero veréis pronto en mi canal de YouTube un vídeo haul con todas las compras que hice en los stands, para que os hagáis una idea del nivel tan alto que podía verse en los puestos.
 
Lo cierto es que tanto yo como mis acompañantes íbamos todo el tiempo de aquí para allá, con los ojos haciéndonos chiribitas y parando a ratos para saludar a conocidos del hobby y poder comentar con un café en una mano y una muñeca en la otra lo chulo que estaba siendo. Por ejemplo, pude ponerle cara a cierta belleza asturiana con quien tengo trato a raíz de la tienda de ropa para blythe de este blog :-) Como nos vimos justo antes de marcharnos cada uno por su lado a penas puede charlar con ella, aunque me hubiese encantado.
 
Los stands eran una pasada. Ahora mismo me vienen a la mente sobretodo dos, donde piqué ropita y complementos: "Mi mundo blythe" (¡maravilloso! ¡Me gustaba todo lo que tenían expuesto!) y otro cuyo nombre no consigo recordar pero que me enamoró con sus diminutos vestidos para petite blythe. Me da rabia no recordar el nombre, pero lo llevaban dos personas... Un hombre con un gorro gris y una mujer de mediana edad (espero no cagarla al echarle a ojo los años).
 
 
Sólo descansamos a la hora de comer, cuando salimos del recinto (nos daban una pulsera identificativa para poder entrar y salir a nuestro aire) y nos fuimos a disfrutar del sol por Santander. ¡Y eso hizo que nos perdiéramos el taller para el que nos habíamos inscrito! Cuando llegó la hora estábamos demasiado alejados del evento como para llegar a tiempo. Llegamos cuando estaban acabando.
 
Encontramos un puntazo muy divertido: el fotomatón (el fotógrafo era un encanto, por cierto. Creo que tuvo mucha paciencia y buena mano para gestionar el aparato). Allí nos hicimos unas fotos de recuerdo, usando gorros y diademas cantosos para darle más chispa. Estuvimos de charla con el fotógrafo un rato, que parecía sentir curiosidad por nuestra afición muñequil.
 
¿Y qué decir de la rifa, hacia el final de jornada? ¡Menudo ambiente! Estábamos todos allí, con el corazón en vilo, esperando a que por la megafonía se escuchara el número de nuestros boletos. ¡Había un buen puñado de premios! Yo no tuve suerte, pero mis amigas se llevaron a casa un bonito funko Pop! de la película nueva de "La Bella y la Bestia".
 
Salimos del evento con muchas más ganas todavía de continuar disfrutando del mundo de las muñecas y del coleccionismo a su alrededor, llenos de ilusión y de ideas para nuestras fotos y futuros customs. Y también salimos derrotados de cansancio ;-) Nos despedimos de esta experiencia antes de la fiesta del té que cerraba el evento, porque estaba tan lleno de gente que era difícil encontrar una mesa y sillas libres para sentarse y merendar algo. Así que de ahí nos marchamos a uno de mis locales favoritos en Santander: "La Gallofa", que es una cafetería con una buena barra de repostería, zumos frescos, hojaldres salados y buen café.
 
Me dejé varias cosas pendientes por hacer porque soy muy tímida y no se me da bien arrancar una conversación con alguien a quien sólo conozco vía internet, pero me hubiese gustado mucho decirle a Miluca Dolls que admiro mucho su estilo campestre y su buen gusto. Igualmente me dejé por saludar a otros aficionados que, como yo, estaban flotando de stand en stand, maravillados.
 
En fin, esto ha sido todo en el post de hoy. Espero subir pronto ese vídeo y que lo podáis ver, comentar y disfrutar.
 
¡Nos leemos!
 


 



jueves, 3 de mayo de 2018

Ponte la rebequita que por la noche refresca

 
¡Muy buenas! Este es un breve post de esos que escribo de vez en cuando, lanzando al aire un poco qué tengo en mente tejer o coser para las muñecas.
 
Llevo unas semanas a tope en general, pero aún así voy consiguiendo hacer prendas para la tienda en el blog.
Últimamente miro mucho una prenda muy concreta y que siempre ha sido de mis favoritas: la chaqueta estilo cárdigan. No puedo pasar por un escaparate y no pararme a curiosear si está expuesta una. Me da lo mismo que la tienda sea de moda infantil o para abuelas. ¡Me gusta un montón! Sobretodo si son largas y están tejidas con lana o hilo de algodón en colores dulces.
 

Y me ha dado por pensar, ¿por qué no tejer yo misma unas cárdigan bonitas para que nuestras nenas las puedan lucir esta primavera? Me viene a la mente un conjunto así, como el que lleva puesto la modelo sobre estas líneas. La idea de los pantalones cortos, camiseta sencilla, gorrito de lana y cárdigan larga y abierta me parece perfecta.
Creo que las cárdigan largas o rebecas largas son prendas muy versátiles. Tanto pueden acompañar un vestido de verano como unos pantalones vaqueros.
Ciertamente ya he tejido algunas rebecas (con el largo más corto) de talla blythe y las podéis encontrar en la tienda del blog. Pero, como he dicho, me ha dado por darle vueltas a las posibilidades que ofrece esta prenda y de pronto he caído en la cuenta de que la primera muñeca que me vino a la imaginación vistiendo una cárdigan es... ¡Una pullip!
 
 
Sólo tengo en casa una muñeca de ese tipo y lo cierto es que la tengo bastante abandonada a la pobre. Así que voy a cambiar eso y voy a tejer también alguna que otra cárdigan larga para talla pullip. Me gustaría probar a ofrecer en la tienda un par de sets primaverales completos: cárdigan y vestido, cárdigan con vaqueros cortos y camiseta... ¡Y ya me he puesto manos a la obra con esta idea! Usaré a mi pullip como modelo y espero ir subiendo fotos de los sets por aquí en los próximos días.
Ahora me queda una de las partes más entretenidas de todos las prendas que empiezo a confeccionar: ¡escoger los colores! > o < Puedo tirarme un buen rato plantada delante de mis ovillos de lana para elegir el tono.
¿Alguna propuesta?
 
¡Nos leemos en el próximo post! 

miércoles, 2 de mayo de 2018

Cómo vestir a nuestras nenas: kigurumi

Peluche y muñeca. Dos en uno es posible gracias a los llamados "kigurumi"(着ぐるみ, Kigurumi, es el nombre japonés para los disfraces de personajes animales). Hoy es esta nuestra propuesta desde el blog como idea para vestir a nuestras "plasticosas".
 
Llevo varias semanas muy ocupada, así que os traigo una nueva entrega de esta sección del blog porque no logro sacar un rato para todo... ¡Pero espero que os guste! Vamos allá:
Este tipo de prenda surge en Japón, como la mayoría de prendas y estilos más estridentes o llamativos (reconozcámoslo, sí).
El concepto es muy sencillo. Basta con escoger un animal de algún manga/anime o de fantasía y confeccionar un mono con capucha inspirándonos en él (el rostro debe permanecer visible).
Al principio la prenda se empezó a comercializar con objeto de que los compradores lo utilizaran como pijama, pero pronto los kigurumi se popularizaron tanto que pasaron a ser utilizados en eventos de manga y anime como disfraces.
 
 
Para disfrute y deleite de los aficionados del mundillo del manga y anime en general, empezaron a verse cantidad de kigurumi que cogían como temática una serie muy querida o de moda, tomando de ella el diseño en cuestión. ¡Y hay donde elegir! Es suficiente con que echemos una mirada por las páginas de cualquier manga hecho para las masas; está prácticamente asegurada la aparición de algún animal o monstruito carismático que sirva de compañía a los protagonistas o héroes.
Seguro que muchos de nosotros ya tenemos en mente a Kero-chan (de Card Captor Sakura), Luna y Artemis (de Sailor Moon), Pikachu, Mokona (de Magic Knight Rayearth y XXX-Holic)... la lista es interminable y no para de crecer con la suma de personajes Disney, por ejemplo, o de mascotas de marcas famosas tipo Rilakkuma.
 



Esta propuesta de prenda resulta adorable en cualquier muñeco, asequible si nos lanzamos a confeccionarla nosotros mismos y práctica, ya que con un kigurumi nos basta para cubrir por completo el cuerpo de nuestra nena. ¡Además nos ayuda a proteger el cuerpo del muñeco de posibles arañazos y protege su pelo del polvo!
 
Hacer uno mismo un traje kigurumi es bastante sencillo, doy fe de ello. No son necesarios amplios conocimientos como sastre muñequil para conseguir un resultado aceptable y que no nos lleve demasiado tiempo. El hecho de que se trata de una prenda que debe quedar ancha nos permite jugar un poco con las medidas y adecuarlas a nuestro favor.
 

Sobre estas líneas podéis ver a Simone, una de mis nenas, llevando el primer kigurumi que he hecho para blythes. Lo hice en un par de tardes, unas dos horas y media, y lo cosí sin máquina. Así que puedo decir que es un proyecto que se puede hacer bastante rápido. ¡Animaos!
Lo he querido hacer para usarlo en una próxima ocasión especial que espero poder contaros muy pronto.
Para confeccionar este kigurumi usé tela muy suave al tacto, cuyo nombre me veo incapaz de recordar ahora mismo. Pero lo ideal es usar chenilla o tela de peluche, que son una maravilla porque se encuentran de gran variedad de colores y largos de pelo a precios razonables. Para forrar la parte de la capucha se suele usar forro, aunque si usáis un pedazo de tela de algodón que tengáis por casa y queráis aprovechar os servirá de sobra. Así es como he forrado yo el mío, con tela que me quedó de proyectos anteriores. ¡Hay que reciclar!
También puede usarse fieltro, que es muy económico y versátil.
 
En el caso de mi kigurumi, como podéis observar, he dejado cerrados los puños y el bajo, para darle más aspecto de peluche a mi blythe y de paso evitar que se me pierdan por ahí zapatos o manitas del cuerpo pure-nemo que usa esta muñeca en concreto. Aunque eso es de libre decisión.
Por la parte de atrás he añadido una colita de oso bien rechoncha y mullida, que le hace de cojín a la muñeca. ¡Queda muy graciosa vista de espaldas! :-D
Y para cerrar la prenda tenemos distintas opciones, a nuestro gusto: cremalleras, corchetes, velcro, botones... ¡Da mucho juego! ¿Os pondréis manos a la obra para hacer vuestro propio kigurumi? Espero que este post os sirva de empujoncito para probar a hacerle uno a vuestros muñecos.
 
¡Nos leemos en el próximo post!