En este post vamos a hacer un
breve recorrido por algunas de las casas creadoras de BJD (Ball Jointed Doll)
que dedican un amor especial hacia sus modelos de resina masculinos y que
despiertan el nuestro propio. Merece la pena pasar por sus páginas web y
conocer a estos chicos, aunque sólo sea a través de nuestros monitores. Su
atractivo, a veces sórdido, dejará asombrados a quienes no conocieran hasta
ahora este aspecto de nuestra querida afición y que cada vez suma más
entusiastas profesos.
Primeramente explicaremos de
manera muy resumida qué es un BJD: son muñecas creadas artesanalmente con
moldes que reproducen cada pieza de su cuerpo con gran detalle, mayormente con
resina aunque existen casos en los que se emplean aleaciones de plásticos o
plástico ABS. Las partes de su cuerpo están unidas a sus respectivas articulaciones
por medio de un sistema de cuerdas elásticas, las cuales permiten que la muñeca
pueda doblarlas y hacer posturas como sentarse, cruzarse de brazos, gesticular
con las manos, etc. Podemos englobar estas muñecas en tres grandes grupos en
función de su tamaño: SD (de las más grandes), MSD (Medium Sized Doll, tamaño
mediano), Yo-SD y BJD´s de menor escala (por ejemplo las muñecas Pukifee de
Fairyland).
Todos hemos conocido muñecos que
cumplían con vago rol de amigo o novio de sus compañeras femeninas, como el
mítico Ken fabricado por Mattel desde hace más de dos décadas.
Olvidaros de Ken. Los chicos de
los que hablamos hoy juegan en otra liga. Se les puede considerar verdaderas
obras de arte no sólo por el realismo con el que están modelados todos sus
detalles, sino porque además son capaces de adaptarse a todos los gustos con
impecable estilo gracias al amplísimo mercado de ropa y complementos que mueven
con ellos.
Zapatos de ejecutivo, blazers,
vaqueros, camisas y camisetas, relojes (sí, sí, habéis leído bien ¡Relojes!), cascos para escuchar música… Para nuestros
chicos de resina podemos encontrar cualquier cosa que complemente el estilo que
hayamos escogido para él. Podemos mimarle y hacer que tenga más prendas en el
armario que nosotros mismos siempre y cuando estemos dispuestos a dejarnos en
ello una considerable suma. Es muy habitual encontrar calzado para BJD que
alcanza el precio que tendrían un par de zapatos corrientes para un ser humano,
así que no es ninguna broma.
Si nos metemos en asuntos de
estilo o moda veremos que las variaciones se pliegan al gusto y que disponemos
de chicos de todas las tribus urbanas y de todas las razas, lo que es una
verdadera gozada.
Podemos encontrarnos con un adolescente
que viste con sudaderas holgadas, jóvenes amantes del rock, chicos como sacados
de la época victoriana, oscuros vampiros de piel cetrina, exóticos caballeros…
Resulta imposible no dar con aquel estilo que más nos atraiga y realce las
facciones de nuestro BJD.
Algunas de las casas creadoras de
nuestros hombres de resina son: Crobidoll (mi favorita sin duda), Leekeworld,
Luts y Fairyland. Todas ellas trabajan con sus moldes exclusivos y cuentan con
las habilidades magistrales de sus
customizadores y diseñadores. En sus páginas web encontramos desde ojos de
cristal, ropa y pelucas hasta piezas corporales extra tales como manos
modeladas a mayor detalle.
La atención que estas casas
dedican a sus BJD es intachable y de ahí que sean tan populares entre los
coleccionistas. Crean unos personajes rabiosamente atractivos con ese halo
fantasioso que seduce sin remilgos.
En ocasiones esta faceta del
hobby se sume totalmente en lo adulto y adquiere matices que pueden llegar a
resultar hasta inquietantes; si se curiosea lo suficiente veremos que esta
industria no tiene reparos a la hora de abordar temáticas de carácter sexual,
como el sadomasoquismo. Existe una gran variedad de prendas íntimas para
nuestros BJD con confecciones pensadas para una imagen llena de erotismo.
Nunca he tenido un BJD de este
tipo. Es una especie de asignatura pendiente para mí. Sin embargo es algo que
me encantaría, para rematar mi colección y conocer en primera persona esta
parte del mundo de las muñecas. Pero por ahora no puede ser. De momento me
contento sorprendiéndome de vez en cuando con estos bellos moldes y las
fotografías que se obtienen usándolos como modelos. La historia con los chicos
de resina sigue evolucionando más y más hasta alcanzar unas cotas sorprendentes
y ya me ha tocado tener que pararme a mirar dos veces una imagen en la que
costaba discernir si lo que aparecía en la foto era de carne y hueso o si
trataba de un BJD. ¡Increíble! ¿Hasta dónde llegarán?
Voy a dejar por aquí los enlaces
a las páginas web de las casas de BJD que he mencionado. Las imágenes que
acompañan esta entrada han sido tomadas de ellas:
>>> Crobidoll BJD
>>> LeekeWorld
>>> BJD-Fairyland
¡Gracias por leer!
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