sábado, 4 de junio de 2016

Ellos y la resina

Voy a decir una obviedad: las muñecas no son sólo femeninas. Tenemos dentro del mundo masculino de este tipo de coleccionismo un abanico de posibilidades igual, o incluso mayor, que el que nos ofrecen las figuras femeninas.

 
En este post vamos a hacer un breve recorrido por algunas de las casas creadoras de BJD (Ball Jointed Doll) que dedican un amor especial hacia sus modelos de resina masculinos y que despiertan el nuestro propio. Merece la pena pasar por sus páginas web y conocer a estos chicos, aunque sólo sea a través de nuestros monitores. Su atractivo, a veces sórdido, dejará asombrados a quienes no conocieran hasta ahora este aspecto de nuestra querida afición y que cada vez suma más entusiastas profesos.



 
Primeramente explicaremos de manera muy resumida qué es un BJD: son muñecas creadas artesanalmente con moldes que reproducen cada pieza de su cuerpo con gran detalle, mayormente con resina aunque existen casos en los que se emplean aleaciones de plásticos o plástico ABS. Las partes de su cuerpo están unidas a sus respectivas articulaciones por medio de un sistema de cuerdas elásticas, las cuales permiten que la muñeca pueda doblarlas y hacer posturas como sentarse, cruzarse de brazos, gesticular con las manos, etc. Podemos englobar estas muñecas en tres grandes grupos en función de su tamaño: SD (de las más grandes), MSD (Medium Sized Doll, tamaño mediano), Yo-SD y BJD´s de menor escala (por ejemplo las muñecas Pukifee de Fairyland).
 
Todos hemos conocido muñecos que cumplían con vago rol de amigo o novio de sus compañeras femeninas, como el mítico Ken fabricado por Mattel desde hace más de dos décadas.
Olvidaros de Ken. Los chicos de los que hablamos hoy juegan en otra liga. Se les puede considerar verdaderas obras de arte no sólo por el realismo con el que están modelados todos sus detalles, sino porque además son capaces de adaptarse a todos los gustos con impecable estilo gracias al amplísimo mercado de ropa y complementos que mueven con ellos.
Zapatos de ejecutivo, blazers, vaqueros, camisas y camisetas, relojes (sí, sí, habéis leído bien ¡Relojes!),  cascos para escuchar música… Para nuestros chicos de resina podemos encontrar cualquier cosa que complemente el estilo que hayamos escogido para él. Podemos mimarle y hacer que tenga más prendas en el armario que nosotros mismos siempre y cuando estemos dispuestos a dejarnos en ello una considerable suma. Es muy habitual encontrar calzado para BJD que alcanza el precio que tendrían un par de zapatos corrientes para un ser humano, así que no es ninguna broma.
 

 

Si nos metemos en asuntos de estilo o moda veremos que las variaciones se pliegan al gusto y que disponemos de chicos de todas las tribus urbanas y de todas las razas, lo que es una verdadera gozada.
Podemos encontrarnos con un adolescente que viste con sudaderas holgadas, jóvenes amantes del rock, chicos como sacados de la época victoriana, oscuros vampiros de piel cetrina, exóticos caballeros… Resulta imposible no dar con aquel estilo que más nos atraiga y realce las facciones de nuestro BJD.
Algunas de las casas creadoras de nuestros hombres de resina son: Crobidoll (mi favorita sin duda), Leekeworld, Luts y Fairyland. Todas ellas trabajan con sus moldes exclusivos y cuentan con las habilidades magistrales  de sus customizadores y diseñadores. En sus páginas web encontramos desde ojos de cristal, ropa y pelucas hasta piezas corporales extra tales como manos modeladas a mayor detalle.
 
La atención que estas casas dedican a sus BJD es intachable y de ahí que sean tan populares entre los coleccionistas. Crean unos personajes rabiosamente atractivos con ese halo fantasioso que seduce sin remilgos.
En ocasiones esta faceta del hobby se sume totalmente en lo adulto y adquiere matices que pueden llegar a resultar hasta inquietantes; si se curiosea lo suficiente veremos que esta industria no tiene reparos a la hora de abordar temáticas de carácter sexual, como el sadomasoquismo. Existe una gran variedad de prendas íntimas para nuestros BJD con confecciones pensadas para una imagen llena de erotismo.
 
Nunca he tenido un BJD de este tipo. Es una especie de asignatura pendiente para mí. Sin embargo es algo que me encantaría, para rematar mi colección y conocer en primera persona esta parte del mundo de las muñecas. Pero por ahora no puede ser. De momento me contento sorprendiéndome de vez en cuando con estos bellos moldes y las fotografías que se obtienen usándolos como modelos. La historia con los chicos de resina sigue evolucionando más y más hasta alcanzar unas cotas sorprendentes y ya me ha tocado tener que pararme a mirar dos veces una imagen en la que costaba discernir si lo que aparecía en la foto era de carne y hueso o si trataba de un BJD. ¡Increíble! ¿Hasta dónde llegarán?
 
Voy a dejar por aquí los enlaces a las páginas web de las casas de BJD que he mencionado. Las imágenes que acompañan esta entrada han sido tomadas de ellas:





 

¡Gracias por leer!

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