miércoles, 1 de junio de 2016

Galerías que te dejan sin aliento. Capítulo cuatro: Himitsu

Si muestra elegancia, sensualidad y los colores más vívidos, no le des vueltas. Esa foto es de Himitsu.

 


La galería que tengo el honor de comentar hoy es de las que una vez visitada, aunque sólo sea una vez, ya no se olvida.

En las imágenes que ofrece Himitsu sus muñecas pullip dejan de lado su faceta infantil y se convierten en figuras de una belleza más radical y adulta, conquistando al observador irremediablemente.

El entorno en el que posan las muñecas suele ser de tipo exterior, en zonas verdes y con algún elemento decorativo acuático, como un estanque o una fuente. La combinación no puede ser más acertada en todos los casos, ya que crea esa atmosfera luminosa que tan bien sabe usar a su favor Himitsu y que provoca estos resultados de escena idílica pero, a la vez, natural. Sus pullips parecen dominar el lugar.


En algunas de las fotos de su amplia muestra, incluso, cada muñeca parece haber sido escogida puntualmente para ese escenario en concreto y parece fundirse con el mismo.
Podemos ver que el color del pelo de la pullip estalla sobre un fondo diáfano o que los ojos de la figura alcanzan una tonalidad que se mezcla con el ambiente. Uno de los puntos fuertes que atraen la atención es el modo en que nuestra artista viste a sus modelos. Encontramos llamativas prendas de estilo fantasía, unas veces con gamas cálidas y con mucho carácter, y otras ocasiones más oscuras, rayando en el estilo gótico.

Las muñecas adquieren poses lánguidas, transmitiendo serenidad bajo la claridad del día, o insinuantes. Las miradas no siempre se dirigen directamente al objetivo. Himitsu se desenvuelve como nadie en este detalle y presenta rostros que parecen mirar distraídos a lo que tienen alrededor, como si no supieran que están siendo fotografiados. Ese juego de miradas, inclinación de la cabeza y dirección en la que se esparce el traje o el largo pelo, es el buque insignia de su galería y lo que la hace tan reconocible. Veremos muy pocos usuarios que alcancen este nivel y que sepan, como ella, darle chispa a los colores y arrancarles ese efecto de impacto visual.

 


Habrá quienes crean que no dejan de ser fotos de muñecas bonitas, pero les desafío a pasarse por la galería en Flickr de Himitsu pulsando aquí: Galería en Flickr de Himitsu

Después de su visita  sabrán que en casos como en el que hoy me ocupa, la fotografía de muñecas llega a ser todo un arte, palabras mayores, porque personas como Himitsu no sólo hacen verdaderos malabares con su cámara sino que son capaces de atrapar conceptos abstractos y lejanos valiéndose de "simples muñecas".

Personalmente, considero a Himitsu un peso pesado no sólo como fotógrafa de esta rama sino también como coleccionista de pullips. Podéis comprobar en sus imágenes que cada una de sus muñecas tiene su propio estilo, nombre y personalidad y que aparecerá en la captura en base a esas características, fiel a su rol. Esto es algo que siempre me ha resultado un aspecto bonito de nuestra afición en común. No se limita a comprar y acumular a sus muñecas, las dota de un mundo propio en el que ella es una mera espectadora que puede atrapar sus momentos gracias a su cámara de fotos. Y ahí es donde se encuentra la clave de su magia.

 


Recientemente crucé un par de mensajes con Himitsu y me confesó que estaba algo desmotivada, cosa que me entristeció y que espero que cambie pronto.

 A Himitsu le diré que vaya a donde estén esperando sus muñecas y que acerque la oreja para escuchar cómo le dicen muy, muy bajito: "¡Sácanos, por favor! ¡Queremos salir!" ;-)
A vosotros os diré que podría llenar este blog con palabras y palabras destacando el millón de cosas que admiro de esta galería. Pero creo que es mejor que las descubráis por vosotros mismos. Os sorprenderá.
 
¡Gracias por leer!

 

Nota: os recuerdo a todos que se debe respetar la autoría de las fotografías de la galería reseñada. Antes de descargar o tomar prestada una imagen se tiene que pedir permiso a su dueño. Respetemos el talento y tiempo invertido por cada autor.
Las imágenes que decoran el texto de hoy han sido prestadas por Himitsu para este fin.

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