lunes, 28 de noviembre de 2016

Betsy McCall, la niña de bonita de América durante más de 50 años



Ahora que le empezamos a ver las orejas a diciembre y su manto de emotivas fiestas, es quizás el mejor momento para empezar a buscar qué regalar a nuestros seres queridos. Por supuesto desde el blog lanzamos una propuesta para regalar muñecas. Aunque en esta ocasión, la recomendación no viene con la etiqueta “Made in Asia” y tampoco se trata de una muñeca que podamos meter en el saco de las “muñecas modernas”…

Entre otras emociones la Navidad despierta nostalgia por nuestra infancia ¿Quién no recuerda con cariño esas fiestas en las que todo parecía posible y en las que tres reyes, magos nada menos, eran capaces de recorrer todo el mundo en una sola noche para dejarnos algún regalo?

En el post de hoy quiero hacerle un guiño a esa sensación, entre triste y dulce, y reseñar una muñeca que personalmente asocio a la figura del árbol de Navidad, al Portal de Belén y a la mesa de Nochebuena rodeada por todos mis familiares: Betsy McCall.

 


Tras un prolongado periodo de éxito como muñeca de papel recortable que se publicaba en las páginas de la revista americana McCall´s Magazine, en el año 1957 la pequeña y regordeta Betsy aparece en su forma tridimensional al fin. Algo muy celebrado entre sus leales fans, que dieron una calurosa aceptación a la nueva Betsy de 8 pulgadas y fabricada en plástico duro por la empresa American Character Doll Company. La muñeca fue disfrutada por un gran número de niños, siendo su mayoría de EEUU, principal lugar de producción y distribución de la pequeña figura.

 
Muchos, muchos años después, concretamente en el año 2000, la Tonner Doll Company recupera la producción de las muñecas Betsy y vuelve a lanzarla al mercado como objeto de coleccionista de alta calidad pero siendo fiel al diseño original. Más tarde, en el 2005, incorpora asimismo una nueva muñeca (que lleva el título de “la mejor amiga de Betsy”) llamada Dru con las mismas dimensiones pero con un nuevo pintado de cara y peinados que acentúan su expresión adorable.

Ambas muñecas, Betsy y Dru, son muñecas fabricadas en plástico de alta calidad, duro, y tienen las piernas articuladas (los brazos sólo pueden levantarlos) además de un sencillo mecanismo en la cabeza que les permite cerrar los ojos si tumbamos a la muñeca.


Por lo general estas muñecas vienen de forma individual en unas preciosas cajas de estilo marcadamente retro y están equipadas por una peluca de mohair sintético castaño, rubio o rubio oscuro. En cuanto al pintado de sus caras encontramos dos estilos: el clásico y el “estilo Perky”, llamado este último llamado así debido a su autor original, que incluyó más detalle en el maquillaje del rostro de la muñeca con unos nuevos colores más brillantes.

La pequeña Betsy se produjo hasta el año 2007 en dos formatos: uno es el llamado Classic Dots Basic Dolls (que es el que viene con el maquillaje de Perky) y el otro es el básico (incluye camisola, lazo para el pelo, calcetines y zapatos).

Encontrar una de estas muñecas es algo complicado, la verdad, ya que escasean y es difícil dar con un vendedor que disponga de una Betsy en condiciones decentes. Así que la búsqueda puede resultar algo frustrante pero también puede ser el regalo perfecto para el empedernido coleccionista de muñecas vintage. Atesora en su diseño ese aire candoroso de las muñecas de antes, tipo Mariquita Pérez, y que sus dueños siempre recordarán con especial afecto. La veo como una muñeca excepcional para regalar a una madre o una abuela aficionada a este tipo de coleccionismo, o por qué no para uno mismo.


A estas alturas supongo que no es ningún misterio que me encantaría contar con una Betsy McCall en mi colección y es que, como digo, me resulta un tipo de muñeca cargado de una clase de nostalgia que me gusta sentir, es casi melancolía de esa que te hace querer rebuscar en la memoria para recordar detalles de cuando eras un niño. Para decir en un sola palabra lo que me inspira: añoranza.

Respecto a su versión de muñeca de papel recortable decir que es una opción nada desdeñable de quitarse el antojo de tener una Betsy, ya que existen montones de modelos disponibles de la pequeña luciendo vestimentas de todo tipo, para cualquier ocasión. De modo que si conocéis a alguien que coleccione muñecas recortables antiguas, ya sabéis: Betsy McCall. Os lo agradecerá. La recortable viene editada en una revista que incluye breves historias del personaje en sus experiencias cotidianas, ya sea yendo al colegio o al campo. Lo habitual es encontrar en lugares de venta online, como EBay, páginas sueltas de la publicación con una de estas muñecas recortables.

Seguramente muchos de vosotros ya sentís el gusanillo McCall haciéndoos cosquillas en la tripa. Mi consejo es que le echéis un tiento por las galerías de imágenes en la red. Como mínimo la encontraréis interesante y, quién sabe, a lo mejor termináis trayéndoos una Betsy a casa.

 

¡Nos leemos en el siguiente post!
 
 
Nota: las imágenes que acompañan esta reseña han sido obtenidas de una búsqueda de imágenes en Google y aparecen en este texto con el único objeto de amenizar la lectura. Los derechos sobre estas fotos e ilustraciones pertenecen a sus autores originales.

3 comentarios:

  1. No conocía esta muñeca, ha sido una grata sorpresa. No creo que me la trajera a casa por que no es de mi estilo, peeero ¡Me encantan las muñecas recortables!!!
    Eso sí que me transporta a mi infancia, aún conservo una caja con una buena colección, me chiflaban. Me pasaba horas recortándolas, poniéndoles nombre, cambiándolas de ropa...
    Que buenos recuerdos me has traído a la mente con este post, muchas gracias!!

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    1. ¡Cuánto me alegra saberlo! :-) A mi también me gustaban mucho. Mis padres solían comprarme unos cuentos editados con grapas que traían 4 muñecas recortables con su ropa de estilo personal cada una. También tuve uno de Barbie súper ochentero jejeje. Y ahora estoy diseñando mis propias muñecas recortables, de estilo retro ;-) Para subirlas al blog y que quien quiera se las imprima. No pensaba decirlo hasta más adelante, pero bueno. Ha surgido.
      Gracias por comentar!

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    2. El de Barbie no sería uno que venía con una maletita de catón para guardarlo todo y vestidos de gala con brilli, brilli a más no poder, no? jaja

      No sabes lo que me alegra que vayas a diseñar muñecas recortables, con las acuarelas tan bonitas que haces! Yo me las descargo segurísimo!

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